UNIDAD IV – PRODUCCIÓN DE DISCURSOS
ESCRITOS
ASÍ COMO ESCRIBES, PIENSAS.
Basamento teórico extraído de los textos “Los procesos de la
comunicación y del lenguaje” (1984) de Víctor Niño y “Cómo se produce el texto
escrito” (2001) de Marina Parra.
1. ¿QUÉ ES ESCRIBIR?
Para Gastón Fernández de la Terriente (1975) “la expresión
escrita logra sus propósitos comunicativos en el arte de redactar. Redactar,
que etimológicamente significa poner en orden, consiste en expresar por escrito
los pensamientos previamente ordenados. Su propósito es combinar palabras,
frases, oraciones, cláusulas, párrafos y textos, para vestir las ideas ya
elaboradas, de manera que se produzca un todo correcto, grato y armonioso,
capaz de ser debidamente comprendido”. Para esto es necesario conocer los tipos
de textos escritos, analizar los elementos comunicacionales de la escritura y,
naturalmente, la ejercitación.
Escribir es la representación, a través de símbolos (letras)
ordenados apropiadamente (según las normas de nuestra lengua), de pensamientos,
ideas, sentimientos, sensaciones, órdenes, etc., las cuales son el resultado de
algún efecto que produjo la Realidad en nosotros. Por ende, escribir es un acto
comunicativo, encaminado al logro de un propósito, según el tipo de escrito. Por
ejemplo, podemos escribir para informar sobre algún tema o aspecto del saber;
también lo hacemos por catarsis, o sea para exteriorizar nuestro mundo
interior. En fin, escribimos para influir sobre las personas con el objeto que
acepten muestra opinión o para proporcionales una respuesta o requerir otra de
parte de ellos.
2. ETAPAS DE LA
ESCRITURA
2.1. Preparación: Para muchos autores, es la etapa fundamental, en
la cual el escritor reflexiona y ordena sus ideas. En esta etapa se presentan varios
momentos:
La observación y análisis de
la realidad: A partir de estas actividades se generan datos e información.
Se requiere asumir una mentalidad abierta y atenta. Ejemplo:
escuchar una pieza de música clásica, oír las noticias, ir al mercado, etc.
La inspiración y la
motivación: La primera tiene relación con algún fenómeno presentado en la
realidad (la exterior o la interior) que le haya llamado la atención. La
segunda se centra en una actividad exclusivamente interior: reflexionar sobre
cómo se percibe o se siente esa realidad. Ejemplo:
al escuchar la pieza de música clásica pasan imágenes por la mente o se
experimentan sensaciones o emociones. Estas deben apuntarse como una guía para
la selección del propósito y del tema.
Determinación del propósito y
del tema: El propósito consiste en tener claro qué se desea expresar (qué
se aspira conseguir con lo escrito). El tema es una especificación, un enfoque,
sobre las ideas que se desean expresar. El tema consiste en “escoger” un punto
o una línea para desarrollar el escrito. Si no se tiene claro el tema y el
propósito, los escritos suelen ser una mezcolanza de ideas que no llevan a
nada. Ejemplo: Después de oír una pieza de
música clásica (y sentirse fastidiado o desesperado) puedo hablar sobre el
por qué a los jóvenes venezolanos les agrada más el reggaeton que lo clásico
(tema) con el propósito de “justificar” la mayor similitud del de la
rítmica música (reggaeton) con el estilo de vida juvenil (propósito). Observación importante: al colocar entre comillas la
palabra justificar se expresa el tono irónico del discurso. En
consecuencia, seguramente deberá escogerse un tipo de escrito acorde con el
tono, como el ensayo. Sin embargo, el tema puede desarrollarse en cualquier
tipo de formato escrito: cuento, poesía, carta o hasta una tesis.
Bosquejo o plan global:
Asumido el tema y el propósito, se realiza un esquema en el que se indican las
partes del tema (sus divisiones), las ideas principales y de desarrollo, es
decir, se establece la secuencia de ideas que se redactarán. Ejemplo:
Esquema inicial:
1) La música clásica me aburre.
2) El reggaetón me hace sentir
vivo.
3) La música clásica es para
“viejos y sifrinos”, el reggaetón para “malandros y prostitutas”.
4) La música clásica no me dice
nada, con el reggaetón recuerdo momentos sensuales.
5) No le veo nada provechoso a la
música clásica (solo el sueño), con el reggaetón comparto con los “panas”.
6) Como jóvenes, cuál es más importante: la música clásica o
el reggaetón.
Documentación:
Es el proceso de búsqueda de las ideas o información, según el esquema, para lo
cual es necesario revisar fuentes relacionadas con el tema (sitios web,
bibliografía, conferencias, programas de TV, etc.) Muchas veces se extraen
aspectos importantes que pueden implicar la modificación parcial del esquema.
Organización de la
información: Una vez documentado, el escritor termina de ordenar las ideas
según el plan trazado de antemano, el cual pudiese ser modificado en esta fase
o durante la redacción. Ejemplo:
Esquema definitivo:
1) Describir la sensación de
aburrimiento en un concierto de música clásica.
2) Contrastar aquella sensación
con la vivida cuando se escucha un reggaetón en una rumba.
3) Explicar por qué, en general,
cuando escucho clásica me siento rodeado de “viejos y sifrinos” y cuando
escucho reggaetón entre “malandros y prostitutas”.
4) Explicar cómo no me pasa nada
por la mente con la música clásica, mientras que, con el reggaetón, recuerdo
momentos sensuales.
5) Explicar cómo la “ausencia de
palabras” en la música clásica no me permite sacarle provecho, mientras que con
el reggaetón, al menos, me entero cómo se habla en los bajos fondos y la
vulgaridad de moda.
6) Cuestionarme sobre cuál es la trascendencia o importancia
de la música clásica en comparación al cuestionable valor del reggaetón.
Ejercicio (base para el examen): Escuche (sienta) las seis piezas de música clásica
asignadas. Plantee tema, propósito y esquema definitivo para las siguientes
áreas temáticas: la vida del adolescente, el sacrificio de los estudios, la
muerte y la inseguridad, el valor de la amistad, el primer amor, interés por lo
sensual (lo erótico), la crisis económica del país, la comunicación moderna, la
velocidad de la vida.
2.2. Redacción: Es
el momento central de la producción del texto escrito, en el cual el escritor
aplica sus habilidades de redacción, es decir, se pone por escrito las ideas
utilizando los recursos que le ofrece la lengua escrita. En esta etapa se
realizan las siguientes acciones:
-
Se inspira en su propia experiencia y toma como
punto de partida el conocimiento de la realidad y del tema.
-
Se desarrolla y expresa su pensamiento de manera
significativa y coherentemente.
-
Se selecciona un léxico apropiado, construye
oraciones gramaticales y las conecta secuencialmente en párrafos.
-
Se va creando por partes la pieza discursiva
dándole un estilo propio y aprovechando el uso de los signos de la escritura.
-
Se toma en cuenta que escribe en un tiempo
(época actual) y un espacio (Venezuela) concreto, en un género específico (por
ejemplo, un ensayo) y para un determinado lector (estudiantes y profesores
universitarios).
Durante la redacción es fundamental tener a mano el esquema
planteado, el diccionario de sinónimos, el diccionario de la lengua española y
los materiales que le sirven de guía (recortes, apuntes, etc.). Por otro lado,
aunque algunas personas escriben a mano y otras lo hacen directamente en
computador, siempre es conveniente considerar el primer escrito como un
“borrador”, es decir, como algo que se puede mejorar (esto no debería
justificar la presencia exagerada de errores ortográficos y mucho menos de
incoherencias).
Ejercicio (base para el examen): redacte borradores de ensayo según las temáticas
generales dadas en el ejercicio anterior. Recuerde plantearse claramente el
tema y el propósito, diseñar el esquema secuencial y utilizar el diccionario.
Trate de ser creativo. Si no está claro en cómo se escribe un ensayo,
investigue en la web. Los artículos de opinión publicados en el blog son
ejemplos de ensayo, también lo es la “Modesta proposición” de Jonathan Swift.
2.3. Revisión:
Partiéndose del borrador, se compara el texto resultante con el esquema
planteado y se verifica similitud. Algunas actividades de esta etapa consisten
en:
-
Corregir, ampliar o precisar el escrito, según
la ortografía de la lengua española y según la naturaleza del discurso (en el
ejemplo dado: naturaleza crítica, estilo irónico).
-
Pulir el estilo, lo cual se logra con la
selección de mejores alternativas, en cuanto a la manera de decir algo,
buscando propiedad, claridad, originalidad, precisión, etc., según el género y
el propósito.
2.4. Presentación:
En esta se trata de producir la versión final del escrito. Se hace énfasis en
la parte formal y externa del discurso escrito, para lo cual es necesario tomar
en cuenta las pautas y normas establecidas relacionadas con: títulos, partes,
numeración, ilustraciones, márgenes, impresión, etc.
Esta etapa es de vital importancia en los textos de tipo
científico (artículos, monografías, tesis, etc.). Existen normas nacionales e
internacionales que establecen cómo deben presentarse los trabajos escritos.
Ejemplo: Norma COVENIN, Normas APA, Normas ISO, etc.
Ejercicio: investigue,
obtenga y revise algunas normas nacionales o internacionales para la
presentación de trabajos escritos.
3. TÉCNICAS DE
ESCRITURA
La forma en la que se escribirá un texto dependerá
primordialmente del tipo de texto y de su propósito. En un determinado tipo de
texto pueden presentarse varias de las técnicas de escritura. Sin embargo,
suele prevalecer una de estas. Las cinco técnicas de escritura se describen a
continuación:
3.1. Descripción:
Es la representación por medio del lenguaje de la imagen de objetos (materiales
e inmateriales), personas y demás seres vivos, paisajes, situaciones y los
diversos aspectos de la realidad, para indicar sus dimensiones, formas,
relaciones, perspectivas, cualidades y características. El objeto de la
descripción es producir en la imaginación del lector una impresión similar a la
impresión sensible que pudieran provocar las cosas descritas.
Inevitablemente, esta técnica de escritura requiere el uso
de adjetivos y epítetos. Según el propósito del autor, se puede enfocar en una
o varias de las características del objeto descrito, puede detallar unos más
que otros. Para ello, debe realizarse una detenida observación del objeto
(escuchar detenidamente una pieza de música clásica). El escritor seleccionará
los rasgos que más le interese desarrollar.
Hay dos tipos de descripción: objetiva (o científica) y
subjetiva (o literaria). La descripción objetiva se basa en el propósito de dar
a conocer la realidad u objeto tal cual es, evitando al máximo las
apreciaciones subjetivas del autor. El texto cuenta con un estilo claro, de coherencia
lógica y de un lenguaje denotativo o unívoco. En cambio, en la descripción
literaria predomina la interpretación de la realidad, el autor trata de
expresar como él percibe y vive las cosas. Por ello, abundan los recursos
literarios (comparaciones, metáforas, imágenes, etc.).
Ejemplo de descripción objetiva
sobre un rostro:
Mujer caucásica con edad
comprendida entre 70 y 80 años, de cabellera larga encanada en un 50%, ojos
pardos con señales de cataratas, numerosas arrugas en la frente, ojos y labios.
Nariz ancha con verruga en la parte inferior delantera.
Ejemplo de descripción subjetiva
sobre un rostro:
Como bruja salida de un cuento de
terror, la anciana me miró con unos ojos anublados con el blanco velo de la
maldad. Los infinitos pliegues de su piel pregonaban la cantidad de víctimas
que habían caído con sus embrujos. Una verruga, como lanza acusadora, se
adelantaba para advertirme que la muerte estaba cerca.
3.2. Narración:
Consiste en relatar hechos (acciones) verídicos o ficticios, situados en un
lugar y tiempo (ambiente), en que participan personajes, históricos o
imaginarios. Las acciones deben estar encadenadas y constituyen lo que se llama
la trama o el argumento. Según la trama, la estructura de una narración puede
ser tradicional o periodística. En la tradicional el comienzo corresponde a la
presentación de los hechos iniciales, el ambiente y los personajes; en la mitad
se da el nudo o desarrollo de los principales acontecimientos y se culmina con
el desenlace, es decir, la solución feliz o triste de los hechos (clímax). Por
el contrario, la estructura periodística (propia de las noticias) tiene un
orden inverso: al comienzo se enuncian los hechos más importantes (clímax), se
continúa con sucesos secundarios (desarrollo) y se termina con circunstancias
de menor interés (detalles).
Como sabemos, la narración puede presentarse en tercera
persona (narrador omnisciente o testigo), en primera persona (protagonista). Se puede presentar diálogos
directos o indirectos. En el primero se muestra a los personajes hablando, en
el segundo se relata lo que los personajes hablan.
Ejemplo: ver mini-cuentos.
3.3. Exposición:
equivale a dar a conocer las diversas facetas o aspectos de un tema, dentro de
un propósito informativo, para lo cual aprovecha la descripción objetiva y
también la narración verídica. En la exposición se manejan conceptos, ideas,
juicios y, en general, contenidos cognoscitivos. A un nivel objetivo, con el
menor número de opiniones del autor.
Igual que en el discurso oral, podemos exponer por escrito
cualquier tópico del saber, así como sobre oficios, disciplinas, ciencias y
actividades prácticas. Lo mismo que en la descripción objetiva, el estilo
expositivo se caracteriza principalmente por la claridad conceptual, la
coherencia lógica, el uso del lenguaje denotativo y técnico, sin mayor adorno y
expresividad. Ejemplo: ver artículo de opinión
¡Pobre universidad!
3.4. Argumentación:
Aunque no existe un límite preciso entre la exposición y la argumentación, son
dos técnicas que se diferencian por el propósito y el tipo de información.
Ambas se basa en el nivel cognitivo, pero la exposición tiene como objeto
esencial dar a conocer algo, informar sobre un conocimiento. En cambio, la
argumentación va más allá de la simple información o exposición de un
conocimiento: su objetivo es formular razones para sustentar la verdad,
planteamiento u opinión, a fin de convencer a otros (al lector) para que
acepten nuestro punto de vista y se adhieran a él, para que adopten una
determinada actitud, tomen una decisión o ejecuten una acción.
La argumentación supone la exposición, pero, además, añade
algunas técnicas o recursos para perseguir el objetivo en tres pasos: 1) exposición
de la tesis o información, 2) refutación o aclaración de puntos de vista
contrario y 3) confirmación o comprobación de la tesis por medio de la
exposición de argumentos.
Existen muchas clases de argumentos, los cuales se dirigen
no solamente a la razón (la mente) sino también al corazón (la afectividad) y a
la voluntad (la acción). Los argumentos más usuales son:
Razonamiento deductivo e inductivo: el razonamiento
puede ser deductivo (silogismo) cuando las premisas se ordenan de lo general a
lo particular. Ejemplo:
Todos los estudiantes aspiran aprender algo (1º premisa)
María es estudiante (2º premisa)
Por ende, María aspira aprender algo (3º premisa)
Por su parte, el razonamiento inductivo (analogía) se
expresa cuando las premisas son datos particulares de los cuales se puede
inferir una conclusión probablemente válida. Ejemplo:
La plantas que conozco necesitan agua (1º premisa)
He adquirido una nueva planta (2º premisa)
Por tanto, infiero que esta planta necesita agua (3º premisa)
El testimonio y la autoridad: la veracidad o fuerza
probatoria depende del reconocimiento que se le hace a un autor por su saber y
buena fe, apoyándonos en sus palabras. Frecuentemente, esta argumentación se
expresa mediante una cita textual o conceptual. Ejemplo:
Venezuela requiere diversificar su economía. Uslar Pietri no dudó en
ello cuando expresó “Hay que sembrar el petróleo”.
Observación directa y apelación a la experiencia:
este tipo de argumento se emplea cuando se constatan los hechos directamente
mediante la observación o se acude a la experiencia acumulada. Ejemplo:
En los últimos años, la educación venezolana ha decaído
estrepitosamente. Solo basta con ver el deficiente nivel que tienen los
egresados del bachillerato para calcular una simple sumatoria.
Inferencias o conclusiones hechas con base en la relación
causa-efecto: se centra en la explicación de hecho y sus implicaciones o
consecuencia. Ejemplo:
“Cuando el río suena, es porque piedras lleva.”
Cuando un argumento o razonamiento está mal formulado se
dice de él que es un sofisma. A veces se construyen argumentos aparentemente
correctos, pero errados en algún aspecto, con el propósito de engañar: son las
falacias.
Ejercicio (base para el examen): Revise los artículos de opinión publicados en el
blog. Trate de determinar qué palabras y frases pueden considerarse escritas
con una técnica expositiva y cuáles están escritas con una técnica
argumentativa. Redacte párrafos expositivos-argumentativos sobre los temas
generales señalados en el primer ejercicio. Eso le servirá de práctica para la
redacción del ensayo que se solicitará en el examen.
3.5. Diálogo: En
los géneros narrativos, esencialmente en el teatro, se dan ciertas técnicas
consistentes en poner a hablar a los personajes. El diálogo es la técnica que
permite poner por escrito una conversación en la que intervienen uno o más
interlocutores.
Puede apoyarse en cualquiera de las otras técnicas. Por
ende, los personajes pueden revelar opiniones, describir, informar o exponer
razones o puntos de vista. Pueden escribirse diálogos directos o indirectos: en
el primero se marcan cada una de las intervenciones, en la segunda se relata lo
que los personajes hablan.
Ejercicio: consiga ejemplos
de diálogos directos e indirectos en la web y observe sus diferencias tanto en
cómo se escriben las intervenciones (uso de guiones) como en la forma en que se
expresan las ideas (estilo del lenguaje, coherencia, etc.).
4. CRITERIOS Y ASPECTOS
PARA UNA BUENA ESCRITURA
4.1. La coherencia
(la concordancia, relación temática y secuencia lógica)
Un texto escrito se considera coherente, o congruente, cuando
puede concebirse como una entidad unitaria, cuando la unión de las diversas
ideas secundarias aporta información relevante para llegar a la idea principal.
Con esta, el lector obtiene el significado global del texto. La coherencia es
el mecanismo que permite relacionar los distintos capítulos, párrafos y
oraciones en un texto. La coherencia y la cohesión están estrechamente
relacionadas, ambos son procedimientos lógicos; solo que la primera es un
procedimiento macrotextual (trasciende lo escrito) y la segunda es un
procedimiento microtextual (se concreta a lo escrito).
Para que un texto sea coherente se debe cuidar de tres
cosas: la relación temática, la secuencia lógica y la concordancia.
Una correcta relación temática es la que nos permite
apreciar la coherencia global del texto, su unidad temática. Gracias a esta, se
mantiene las relaciones de significado entre las distintas partes del texto.
Una correcta secuencia lógica nos permite descifrar el
sentido cabal de cada enunciado en función a lo anteriormente expuesto.
La concordancia nos ayuda a establecer la relación
gramatical interna de las palabras (entre sustantivos y pronombre, entre
sustantivos y adjetivos, entre sustantivos y verbos) bien sea en el género,
número o persona.
Por lo anterior, la coherencia es un procedimiento que
permite la adecuada relación de las
partes y significados de un texto. En tal sentido, podemos encontrar las
siguientes formas de relación coherente:
La causalidad: se establecen relaciones de
causa-efecto. Para ello se emplean conectores como: porque, puesto que, pues, a
causa de, supuesto que, como que.
La certeza: se refuerzan las ideas que el autor
presenta en el texto añadiendo información. Para ello se emplean, entre otros
conectores: evidentemente, seguramente, de hecho, desde luego, claro, además.
La consecuencia:
relaciona la continuidad de las ideas plasmadas en las frases, oraciones y
párrafos. Algunos de los conectores empleados son: pues, de este modo, luego, por
lo tanto, ahora bien, con que, por consiguiente.
La condición: se establece
el requisito para que se cumpla lo expresado en la oración principal. Suelen
usar los conectores: con tal que, ya que, así que, siempre
que.
La
incoherencia: es la falta de conexión (relativa o absoluta)
de las partes de un texto, por lo cual éste puede resultar sin sentido o
absurdo. Se puede evidenciar por la falta de relación lógica (carencia de
significado) o por la contradicción de las partes, por falta de concordancia
entre las palabras, por omisión o incorrecta escritura de palabras.
Ejemplos de textos
incoherentes:
Por falta de relación
lógica:
“En un lugar de la
mancha dos jóvenes amantes de Verona paseaban por tren hacia Praga…” Poema
incoherente
“Yo no tengo por qué estar de acuerdo con lo que pienso.” Carlos Caszely,
futbolista
“Desde el
principio de los tiempos las incoherencias han sido notables, tomando como
punto de partida el que durante el pleistoceno coexistieron en distintas épocas
los mamuts lanudos con los rinocerontes amarillos. Esto derivó, durante el período
histórico conocido como el Cretináceo, a la aparición de miles de puntitos
verdes sin mayor razón que el surgimiento de cianobacterias, de las cuales
provienen la vida en el agua, luego en la tierra y luego en el aire, hasta
llegar a la colonización de nuevos mundos como Europa o la Atlántida. Fue en este último continente donde fue encontrada la
primera incoherencia de la cual se tienen restos fósiles, hábilmente conservada
en un frasco con alcohol, del cual
solamente se conservó el frasco pues el alcohol se lo bebieron una tropa de
borrachos que ingresó al laboratorio aprovechando que el guardia disfrutaba el
material extra de un DVD de El Señor
de los Anillos.” Inciclopedia.com
Por
contradicción de las partes:
“La negación de una negación es una afirmación y por
eso no negamos el marxismo…” Declaración de Principios
Por falta de concordancia,
omisión o incorrecta escritura de palabras:
“Tenga pendiente por hacer muchos (¿?)
de físico. Come
en el colegio la profesora todas los mañanas
pregunta por (¿?) ejercicios, yo lo(falta “s”) haré ahora.” Grupocoherencia.com
4.2. La cohesión (uso
de conectivos)
Es el recurso lingüístico con el que relacionamos oraciones
y párrafos por medio de elementos cohesivos o por medio de signos de
puntuación, los cuales contribuyen a la interpretación del sentido correcto por
parte del receptor.
Los principales mecanismos de cohesión son: la referencia,
la conjunción, la sustitución, la elipsis y la repetición.
La referencia es endofórica cuando la relación se da con
un referente que aparece en el mismo texto. La cohesión por referencia se
establece con el uso primordialmente de los pronombres, pero también se emplean
adjetivos, adverbios, artículos. Ejemplo:
María está feliz. Su mayor
motivo es la navidad. (Con el pronombre “su”
se hace referencia a María)
En Cantaura no hay leche. Allí
todos están molestos. (Con el adverbio “allí”
se hace referencia a Cantaura)
No he vuelto a ver a mis amigos. Varios se han casado. (Con el pronombre “varios” se hace referencia a amigos)
La conjunción emplea partículas o fórmulas
lingüísticas llamadas conectores o conectivos para establecer la relación
entre las oraciones y los párrafos. Existen una gran variedad de conjunciones.
Entre las más importantes se encuentran:
Aditivas: agregan elementos que completan el sentido. Conectores: y, también, además, por otro
lado, por otra parte, asimismo, igualmente, etc.
Temporales: expresan identidad o continuidad de tiempo en los
eventos. Conectores: cuando, después, antes, a continuación, en adelante,
anteriormente, posteriormente, al mismo tiempo, desde entonces, entre tanto, etc.
Adversativas: indican que entre dos elementos sucesivos el uno
constituye la negación del otro. Conectores: o, pero, no obstante, a pesar de,
sin embargo, de ahí que, por este motivo, por lo tanto, etc.
Causales: introducen una proposición que es causa o razón de otra.
Conectores: en consecuencia, por eso, porque, por lo tanto, por esta razón,
etc.
Explicativas: sirven para indicar que una oración es explicación de
otra. Conectores: o sea, es decir, en otras palabras, etc.
Reafirmativas/enfáticas: permiten acentuar lo expresado.
Conectores: decididamente, en efecto, en realidad, a pesar de todo, de todos
modos, precisamente, lo que es más importante, etc.
Comparativas: permiten establecer una comparación entre dos
elementos. Conectores: por otra parte, en contraste, por su parte, en cambio,
por el contrario, de otra manera, etc.
Organizativas: determinan el orden de presentación en un texto.
Conectores: en primer lugar, seguidamente, a continuación, finalmente, para
terminar, en conclusión, en síntesis, para terminar, etc.
Ejemplos del uso de conjunciones:
Los jóvenes de ahora hablan
inglés, además de bailar reggaetón y chatear en Facebook. (Conj.
Aditiva)
Los novios se pelearon. Desde
entonces no se hablan. (Conj. Temporal)
La UDO Cantaura es hermosa. Sin
embargo, carece de pupitres. (Conj. Adversativa)
Llegó el fin de semana que tanto
esperaba. Por eso me voy a la playa. (Conj. Causal)
La lingüística es un rollo, o sea,
no entiendo nada. (Conj. Explicativa)
Me has hecho muy feliz. En
realidad, siempre lo has hecho. (Conj. Enfática)
Las ensaladas me caen faltal. En
cambio, un mondongo me sienta muy bien. (Conj. Comparativa)
La sustitución consiste en reemplazar un elemento
léxico por otro para evitar así la repetición de un mismo término y hacer más
elegante el estilo. Ejemplos:
Un estudio científico
demostró la vida en Marte. La investigación fue un éxito.
Ellos fueron ayer al cine,
nosotros hicimos lo mismo.
En la cocina se necesitan ollas.
Estos utensilios son indispensables para preparar sopas.
La elipsis es un mecanismo de cohesión que consiste
en suprimir (omitir) la información que se presume que el receptor conoce y,
por lo tanto, la puede identificar perfectamente. Con su empleo economizamos
palabras y hacemos el estilo más elegante. Podemos suprimir pronombres, verbos
y oraciones. Ejemplos:
Trabajamos con mucho esmero. (Se
omite el pronombre nosotros)
Unos pensaban en el descanso;
otros en el éxito. (En la segunda oración se suprimió el verbo pensaban)
¿Te preocupa esta situación? (se
omitió la oración que explica la “situación”)
La repetición es la recurrencia en el texto de elementos
léxicos aparecidos anteriormente con el objeto de dar énfasis. Ejemplo:
En necesario que vengas. Debes
limpiar la casa. Debes hacer tus tareas. Debes acostarte temprano.
4.3. La puntuación
(uso de signos de puntuación)
Un texto correctamente redactado debe cuidar el uso de los
signos de puntuación. Para ello, se debe tener claro para qué sirven y cuándo
emplear cada uno de estos. Los signos de puntuación más importantes son:
El punto: sirve para separar oraciones con sentido
completo y para marcar las abreviaturas. Ejemplo:
La noche cae sobre la ciudad. Los
niños ya no juegan en el parque. Todo se queda en silencio.
El Sporting Vzla. vs. el Atlético
Ccs.
El punto y coma: separa oraciones que tengan continuidad
de sentido o para separar oraciones que llevan internamente comas. Ejemplo:
Cierra la puerta, hijo mío; acaban
de dar las once.
La escritura depende de la
coherencia, la cohesión y la otrografía; en ella debe cuidarse el estilo, los
recursos literarios y el léxico empleado.
La coma: Entre las funciones más importantes de este
signo tenemos:
a) une miembros de una
enumeración
b) une oraciones breves,
íntimamente ligadas entre sí por el sentido
c) separa elementos explicativos
d) se usa después de elementos de
enlace o conjunciones
e) indica la alteración del orden
sintáctico
Ejemplo:
a)
Las habilidades comunicativas son: escuchar,
hablar, leer y escribir.
b)
El sol brilla intensamente, los pájaros cantan,
el campo ofrece su verdor, todo era alegría en ese lugar.
c)
Voltaire, filósofo del Siglo XVI, fue llamado el
“Padre de la Revolución Francesa”.
d)
Hubo un fuerte terremoto. Luego, un Tsunami
arrasó con todo. Después de eso, solo desolación y muerte.
e)
En algunos momentos, es mejor sentirse
acompañado.
Los dos puntos: Sus principales aplicaciones son:
a)
Antes de oraciones que definen o precisen un
enunciado hecho en una oración anterior
b)
Después del encabezamiento de las cartas
c)
Antes de toda enumeración
d)
Antes de una cita textual
e)
Después de expresiones como por ejemplo, a
saber, como sigue, verbigracia, etc.
Ejemplo:
a)
Todos debemos trabajar juntos: los niños regando
el jardín, las mujeres preparando comida y los hombres viendo TV.
b)
Respetado señor:
c)
Las principales universidades del país son: UCV,
LUZ, UCAB, UDO, ULA y la UBV.
d)
Sócrates dijo: “yo solo sé que no sé nada”.
e)
Por ejemplo: verde, rojo, azul y blanco.
Los puntos suspensivos: deben emplearse para indicar
ideas que se han dejado incompletas o en suspenso, así como cuando se omite una
parte de una cita textual. Ejemplo:
El fin del mundo se acerca. Todo
el mundo debería…
Luis dijo: “Las noches son
momentos especiales (…) y no me incomoda ser vampiro”.
Las comillas sirven para:
a)
encerrar
citas textuales
b)
encerrar
nombres propios de cosa o de animal
c)
encerrar apodos (sobrenombres)
d)
encerrar términos no aceptados por la Academia
de la Lengua (vulgaridades o palabras extranjeras)
e)
encerrar términos expresados con ironía
f)
encerrar una palabra o expresión con un
significado distinto al que tiene corrientemente.
Ejemplo:
a)
Bolívar dijo: “La gloria está en ser grande y en
ser útil”.
b)
Su finca se llama “El Recreo”.
c)
“Forro e’urna” fue acribillado ayer.
d)
Nos invitaron al “show”.
e)
Hittler actuó como “hombre de bien”.
f)
La lengua tiene cuatro “niveles”: fonético,
morfológico, semántico y pragmático.
El paréntesis se debe emplear para encerrar frases o
palabras aclaratorias. Para ello también puede emplearse la raya. Ejemplo:
Muchos
estudiantes (especialmente los de primer semestre) fueron a la reunión.
Muchos
estudiantes –especialmente los de primer semestre- fueron a la reunión.
4.4. La gramática
(correspondencia con las normas y reglas ortográficas de la lengua española)
En un texto escrito debe cuidarse entre otros aspectos
gramaticales:
La acentuación de las palabras según sus categorías (agudas,
graves, esdrújulas y sobreesdrújulas).
El uso de las letras mayúsculas y minúsculas.
La correcta utilización de los verbos. Debe procurarse no
abusar en cambios bruscos de los tiempos verbales, así como considerar la
selección adecuada de verbos según el tipo de texto escrito (científico o
literario).
4.5. La estética (uso
de recursos literarios: metáfora, símil, contraste, anáfora, hipérbole)
Sólo deben emplearse recursos estéticos en textos literarios
y en algunos textos de tipo epistolar (cartas).
Entre los muchos recursos estéticos existentes, los más
empleados son:
La metáfora: es la sustitución de un concepto por
otro. Ejemplo: Las perlas de tu boca (referida a los dientes)
El símil: es la analogía de dos entidades. Ejemplo: Los niños,
como grillos en verano, jugaban en el parque.
El contraste: es la diferencia de dos entidades. Ejemplo: Mi
amarga vida espera la dulce muerte.
La hipérbole: es la exageración de algo o alguien. Ejemplo: De tus
ojos brotaban ríos de dolor.
Anáfora: es la repetición de una palabra o frase para
generar un efecto de intensidad o énfasis. Ejemplo:
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte
enamorada,
no perdono a la vida
desatenta,
no perdono a la tierra
ni a la nada.
Miguel
Hernández “Elegía por la muerte de ramón Sijé”
5 TIPOS DE
TEXTOS
5.1. Científicos:
artículos, monografías, tesis.
Este tipo de texto cuenta con una amplia cantidad de normas
para su elaboración (desde el tipo y tamaño de letra hasta como redactar las
bibliografías o la carátula). El leguaje y el estilo de escritura debe ser
claro y objetivo; no puede haber ambigüedades. Estos textos vienen divididos en
capítulos y secciones ya establecidas.
5.2. Literarios:
cuentos, novelas, ensayos, teatro, poesía.
Estos textos admiten una inmensa gama de recursos y estilos
de escritura. Salvo las reglas de la lengua, el texto literario es
completamente libre a la creatividad del escritor. Existen una gran variedad de
estilos de escritura literaria, que pueden amoldarse a cualquier temática y a
cualquier propósito.
5.3. Epistolar:
cartas familiares, sociales (invitación, pésame, presentación), comerciales
(solicitudes, créditos, cobranzas, reclamos), administrativas (memorando,
circular, nombramiento, renuncia).
Existe una gran variedad de textos de este tipo, la mayoría
de estos cuentan con “formatos” o patrones para su correcta elaboración. La
escritura no llega a ser tan rígida como la de los textos científicos, pero
tampoco admite la libertad expresiva de los textos literarios. Los textos
epistolares procuran la eficiencia comunicativa, por lo que deben ser breves.
El vocabulario empleado debe ser claro y respetuoso, preferiblemente neutral.
6. EL ENSAYO
6.1. Características
del ensayo:
Este tipo de texto literario sirve para exponer, analizar o
comentar una interpretación personal sobre un determinado tema. Por ello, en él
predomina lo personal y subjetivo: el punto de vista del autor. Asimismo,
admite una gran variedad temática que suelen ser tratadas con brevedad.
El ensayo cuenta con una estructura libre (se puede empezar,
desarrollar y terminar como se quiera). Sin embargo, cuando el ensayo es
predominantemente argumentativo, se recomienda iniciar con el planteamiento de
la tesis o hipótesis del tema que se quiere demostrar. Seguidamente, se
presentan las ideas (argumentos) de forma ordenada. Finalmente, se retoma la
hipótesis o tesis propuesta y se demuestra su validez.
6.2 Recomendaciones
para su elaboración:
Uso de verbos: Por ser un texto en el que predomina
lo subjetivo y personal, es frecuente emplear verbos en primera persona
singular o plural, o sea, verbos conjugados del yo y del nosotros.
Obviamente, por ser un texto de estructura libre, puede emplearse cualquiera de
los tiempos verbales y sus conjugaciones, siempre y cuando se aprecie el tono subjetivo
y personal del autor en la redacción. Ejemplo:
“Me
parece que todas estas actitudes, por diversas
que sean sus raíces, confirman el carácter "cerrado" de nuestras
reacciones frente al mundo o frente a nuestros semejantes. Pero no nos bastan
los mecanismos de preservación y defensa. (...) Mentimos
por placer y fantasía, sí, como todos los pueblos imaginativos, pero
también para ocultarnos y ponernos al abrigo de intrusos. La mentira posee una importancia decisiva en nuestra vida cotidiana, en la política, el amor, la
amistad.” (Fragmento extraído del ensayo “Máscaras mexicanas” de Octavio
Paz)
Observamos en la cita anterior que el párrafo se inicia con un
verbo en tercera persona singular precedido de un pronombre en primera persona (me
parece). Ese pronombre es determinante para
sentir que el resto del párrafo estará condicionado por el criterio del autor,
por su subjetividad. Posteriormente, emplea verbos en primera persona plural (mentimos) e infinitivo (ocultarnos,
ponernos) con el propósito que el lector se sienta involucrado en la
opinión del autor. El uso de estos verbos es una estrategia de la técnica
argumentativa para acercar la temática al lector y comprometerlo/inclinarlo
hacia la postura del escritor. Por último, el ensayista empleó un verbo en
tercera persona singular (posee) porque se habla
de algo (la mentira), pero poco después se indica que ese algo influye en nuestra vida cotidiana. De esa forma, el escritor
vuelve a acercarnos el tema a nosotros (tanto a él como al lector).
Ejercicio: revise el ensayo “Modesta proposición” de
Swift y constate la abundante presencia de verbos y expresiones en primera
persona.
Descripciones subjetivas: Por ser un texto literario, con un
propósito crítico, los lectores deberán estar conscientes que las cosas dichas
y descritas no requieren ser objetivamente verdaderas. Es por ello que un
ensayista no debe temer a describir con las imprecisiones típicas de la
subjetividad. La descripción subjetiva le permite al escritor incluir parte de
sus argumentos y valoraciones en la presentación de los hechos, seres u
objetos. Ejemplo:
“Caímos del trono en que Dios nos había sentado; ya no somos los señores
de la creación, sino una parte de ella, una rueda de la gran máquina, más o
menos importante, pero rueda al fin, y condenada por lo tanto a voltear y a
engranarnos con otras, gimiendo y rechinando, y queriéndonos resistir contra
nuestro inexorable destino. Algunas veces la
pereza, esa deidad celeste, primera amiga del hombre feliz, pasa a nuestro lado y nos envuelve en la suave atmósfera de languidez que la rodea, y se
sienta con nosotros y nos habla ese
idioma divino de la transmisión de las ideas por el fluido, en el que no se necesita ni aun tomarse el trabajo de remover los
labios para articular palabras. Yo la he visto muchas
veces flotar sobre mí, y arrancarme al mundo de la actividad, en que tan mal me encuentro. Mas su paso por la tierra es siempre ligerísimo; nos trae el perfume de la bienaventuranza, para
hacernos sentir mejor su ausencia. ¡Qué casta,
qué misteriosa, qué llena
de dulce pudor es siempre la pereza del hombre!” (Fragmento extraído del ensayo “La pereza” de
Gustavo Bécquer)
En el fragmento anterior observamos la descripción que el autor
hace sobre la pereza. Podemos apreciar cómo el autor, además de usar abundantes
adjetivos, emplea numerosos recursos literarios:
Epítetos: esa deidad celeste
Hipérboles: arrancarme al mundo de la actividad
Humanización: nos envuelve, se siente, nos habla
Imágenes: flotar sobre mí, nos trae el perfume de la
bienaventuranza
Anáforas/adjetivos: qué
casta, qué misteriosa, qué llena de dulce pudor
Combinación de las técnicas expositiva-argumentativa:
Por su carácter crítico, en el ensayo se procura plasmar el punto de vista del
escritor a lo largo de todo el texto. Es recomendable no hacer separaciones de
la información expuesta de la valoración o razonamiento argumentado. Tampoco es
recomendable hacer exposiciones muy amplias de información sin que se incluyan
palabras o frases que indiquen el tono crítico subjetivo. Ejemplo:
“El número de
almas en este reino se estima usualmente en un millón y medio, de éstas calculo
que puede haber aproximadamente doscientas mil parejas cuyas mujeres son
fecundas; de ese número resto treinta mil parejas capaces de mantener a sus
hijos, aunque entiendo que puede no haber tantas bajo
las actuales angustias del reino; pero suponiéndolo así, quedarán ciento
setenta mil parideras. Resto nuevamente cincuenta mil por las mujeres que
abortan, o cuyos hijos mueren por accidente o enfermedad antes de cumplir el
año. Quedan sólo ciento veinte mil hijos de padres pobres nacidos anualmente:
la cuestión es entonces, cómo se educará y sostendrá a esta cantidad, lo cual, como ya he dicho, es completamente imposible, en el
actual estado de cosas, mediante los métodos hasta ahora propuestos. Porque no
podemos emplearlos ni en la artesanía ni en la agricultura; ni construimos
casas (quiero decir en el campo) ni cultivamos la tierra: raramente pueden
ganarse la vida mediante el robo antes de los seis años, excepto cuando están
precozmente dotados, aunque confieso que aprenden los rudimentos mucho antes,
época durante la cual sólo pueden considerarse aficionados, según me ha
informado un caballero del condado de Cavan, quien me aseguró que nunca supo de
más de uno o dos casos bajo la edad de seis, ni siquiera en una parte del reino
tan renombrada por la más pronta competencia en ese arte.” (Fragmento
extraído del ensayo “Modesta proposición” de Jonathan Swift)
El en fragmento anterior las áreas en negro están redactadas con
la técnica expositiva (se informa), mientras que las áreas rojas lo están con
la técnica argumentativa (se dan razonamientos o valoraciones).
Otro ejemplo:
“En los
últimos años se ha debatido con pasión, con violencia y hasta con
razonamientos, el problema del control de la natalidad. Desde el punto de vista
religioso, es un delicadísimo asunto que pone en crisis
las concepciones ancestrales acerca del respeto incondicional a la vida humana
en potencia y que obligaría a la revisión de muchos dogmas morales que rigen
nuestra conducta. Los economistas, por su parte, se atienen a las cifras y
éstas indican lo que se llama en términos técnicos una explosión demográfica
que seguirá una curva ascendente hasta el momento en que ya no haya sitio para
nadie más en el planeta ni alimentos suficientes para el exceso de la
población. Esta sombría perspectiva no tenemos que imaginarla para darnos cuenta de
su gravedad sino que basta con que ampliemos nuestra visión actual de los países
en los que la miseria es regla y la opulencia la excepción de la que gozan
hasta reventar, unos cuantos; en los que el hambre es el estado crónico de la
mayoría; en los que la educación es un privilegio; en los que, en fin, la salud
es la lotería con la que resultan agraciados unos cuantos pero que ninguna de
las condiciones propician, ninguna institución preserva y ninguna ley asegura.” (Fragmento extraído del ensayo “Y las madres,
¿qué opinan?” de Rosario Castellanos)
Vemos en el ejemplo como, en un mismo párrafo, se encuentra la
exposición y la argumentación. Nótese también el uso del uso del adjetivo
superlativo delicadísimo,
con el cual el autor subjetivamente evalúa la situación planteada.
Estructura (orden o partes) del ensayo: Se
recomienda realizar el ensayo según la tradicional estructura discursiva:
introducción, desarrollo y conclusión, pero no deben emplearse esos títulos en
la composición. Generalmente, la introducción (exposición de la tesis) abarcará
los primeros párrafos, el desarrollo abarcará varios párrafos intermedios y las
conclusiones (comprobación de la tesis) se mostrarán el los párrafos finales.
Recuerde: no
emplee los títulos INTRODUCCIÓN, ni DESARROLLO, ni CONCLUSIONES en el ensayo.